Abel González Suárez.
Por consecuencia de su alta demanda la pigua o acamaya, ha sido la
especie más explotada por las comunidades ribereñas pues esto constituye
uno de los principales recursos para obtener ingresos económicos en la región Chontalpa.
Es frecuente encontrarlas en las desembocaduras de los ríos y en aguas
con bajo contenido de sal, por lo que los indígenas y campesinos que
conocen bien su medio ambiente, pescan o atrapan removiendo piedras de
las orillas de los ríos o lagunas, además de pequeñas redes y nasas que
funcionan como trampas; esto, con el objeto de comerlas frescas.
Su pesca está permitida todo el año, aunque en estados como Veracruz y
Campeche está prohibido para evitar que la especie se clasifique como en
extinción. Sólo en Tabasco se puede comercializar libremente para su
consumo.
Como una medida para asegurar la especie
La UJAT y una Universidad de la India, intercambiarán científicos y alumnos con la finalidad de adaptar al estado
la tecnología que se aplica en el país asiático para la conservación de
la pigua, que se está agotando por exceso de captura y consumo en esta
zona.
Un platillo tradicional
El crustáceo –semejante a un camarón gigante– destaca como uno de los platillos tradicionales
de la cocina tabasqueña, y es muy apreciado entre los consumidores, por
lo que un kilogramo de pigua fresca llega a costar hasta 550 pesos,
explicó Rosa Marta Padrón, directora de la división de Ciencias
Biológicas de la UJAT.
La especialista asegura que la contaminación, sobreexplotacion, el
asentamiento de Pemex esta exterminando la especie y que este
intercambio de conocimientos sera de beneficio para la entidad.
El cultivo
"Existe dificultad para reproducirla porque tienen alto canibalismo, se comen entre ellos, lo primero que tenemos que lograr es la larva juvenil, explicó la doctora Jeane Rimber Indy, bióloga marina originaria de Indonesia, quien está a cargo del proyecto local.
Los investigadores plantean que la supervivencia sea de entre 40 y 50 por ciento de 150 mil larvas en promedio por hembra, mientras
en India han logrado una sobrevivencia de 60 por ciento. Otra de sus
metas, para considerar, es que en 5 meses piguas de 125 gramos ya estén
en etapa de engorda.
En Tabasco los municipios con mayor captura de pigua son Centla, Paraíso, Centro, Jonuta y Macuspana, estando prácticamente agotadas dicha especie en la mayoría de los municipios de la Chontalpa.
'No destaca la pesca de la langosta'
A diferencia de la pigua la pesca de la langosta no es significativa en
esta región como para ser un especie controlada, explica Benito Loeza
Santamaría.
Al mostrar tres ejemplares del gigantesco crustáceo capturados
recientemente con redes robaleras frente al litoral cardenense, el
pescador dijo que el precio del kilogramo alcanza los 160 pesos, por lo
que una langosta de tres kilos casi vale los 500 pesos, y tiene demanda
entre los restauranteros foráneos.
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